Hay una cosa en el mundo que si desapareciera, no querría vivir. Si esta cosa desapareciera, las noches del invierno, cerca de la navidad, nunca serían lo mismo. No sería tan divertido sentarte con tu familia enfrente de un fogón, cantando canciones de navidad y abriendo regalos sin esta cosa. También, si no hubiera esta cosa tan especial, las mujeres (una semana cada mes) estarían más antipáticas y malhumoradas a que ya estarían... y los hombres, ellos no quieren eso. Ellos ya son incapaces de permanecer al lado de su mujer cuando viene este periodo del mes y sin esa cosa mágica para aliviar un poco el mal humor de la mujer, los hombres morirían... o se convertirían en hombres solteros. Sin ir más lejos, si desapareciera esta cosa, las relaciones entre hombre y mujer cambiarían totalmente. Como dije antes, esta cosa es una cosa mágica. Si los hombres tienen esta cosa, las mujeres no pueden estar enfadadas con ellos. Esta cosa es un herramienta de reconciliación muy útil para los hombres. Si hacen algo malo, todo lo que tienen que hacer es comprar esta cosa y ya está: la mujer ya no está enfadada. También, hay un día cada año que evoca miedo en las mentes de cada novio: es el día de los enamorados. Si no hubiera esta cosa, las flores y las cartas de amor que siempre les dan a sus novias (por favor, ¿pueden ser un poco más creativos?) se quedarían solos. Y esas no son las únicas cosas que quedarían solas. Los churros nunca serían lo mismo. La crema de cacahuete tampoco. Básicamente, si no hubiera esta cosa, el mundo sería radicalmente diferente. No habría relaciones tan fuertes entre todos los seres humanos. El mundo perdería un poco de su dulzura. Todos estarían tristes y perdidos.

¿Puedes adivinar de lo que estoy hablando?

Posted by Kristin Burke a las 5:18 p. m. // // //    

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