Fíjate: España no tendría Cola-Cao, Willy Wonka no tendría una fábrica de chocolate y El Día de San Valentín sería un desastre total. No podrías salir a comer chocolate con churros ni regresar de ir en trineo para tomar un chocolate caliente. ¿Qué haría Godiva o por qué sería famosa Suiza? Una venta de pasteles en los Estados Unidos nunca sería lo mismo. En efecto, estoy segura que habría una disminución en sus ventas: los pasteles de fruta no son iguales que los bizcochos de chocolate. Además, ¿cuál sería otra alternativa a la vainilla? Aún las barras energéticas, como de Powerbar, nunca podrían tener buen sabor si no hubiera chocolate. ¿Cómo podría vivir sin conocer el olor a galletas con pedacitos de chocolate recién hechas? ¿Qué tipo de dulces pediría para Halloween? ¿Qué pasaría sin el fondue de chocolate? Candyland, el clásico juego de mesa para niños, no tendría un pantano de chocolate y no se podría terminar el juego. Los pobres cocineros no podrían trabajar durante todo el año para crear las esculturas del chocolate. La cultura sería completamente diferente: es tan grave como una España sin tapas o los Estados Unidos sin chancletas. Si hay un mundo sin chocolate, a mí no me interesa.

Posted by Kristen Dunlap a las 7:47 p. m. // // //    

Etiquetas: chocolate

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